lunes, 25 de octubre de 2010

Teatro de sombras


A veces, mi prosa se figura un notable ejercicio de claroscuro, tanto que a muchos desconcierta. Y no es para menos, porque lo que en un instante parece pura y límpida luz, se torna negra sombra. Seguramente se deba a esa dualidad que todos los objetos mundanos acarrean consigo: vida y muerte, salud y enfermedad, blanco y negro…
Es debido a esa magia que vive en cualquier teatro de sombras, que este lugar es capaz de albergar a mil y un personajes aunque sólo cuente con uno, su descarado narrador, cosa de agradecer, teniendo en cuenta la homogeneidad de nuestros días…
Ahora, una confesión… Bajo esa mirada platónica que va de un lado a otro de la caverna, las palabras siempre me han parecido un enorme corro de sombras chinescas, un invento para definir el mundo, capaces de permanecer con sigilo, capaces de desvanecerse en un segundo.
Y con el misterio que traen consigo las sombras, ¿esas que nos pisan los talones?, que mutan de forma a cada ráfaga de luz, que se estiran y encogen paso a paso y que mantienen callado hasta el más recóndito de nuestros secretos, les dejo con el último libro-álbum que Barbara Fiore ha editado de Suzy Lee, Sombras, una buena razón para dejar todo lo que estén haciendo (excepto si son cirujanos… ¡Dios no quiera que suceda otra desgracia más!) y se dediquen unos minutos de sosiego en mitad de la mañana para disfrutar de una historia cargada de sorpresa e imaginación a base de los trastos que guardamos en el trastero, siempre en comunión con esa dualidad onda-corpúsculo que nos trae la luz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Tengo muchas ganas de ver este libro! Lo pongo en la lista para regalar a los chavales... Nos gustó mucho LA OLA.
Un saludito, Miriam