miércoles, 12 de enero de 2011

Grandes figuras de la ilustración de LIJ (I): Walter Crane









Dado que en el transcurso de los meses venideros las novedades brillan por su ausencia y también es necesario impartir algo de dogma lijero, he tenido la increíble idea de dedicar los miércoles de las sucesivas semanas para hablar de grandes figuras de la ilustración infantil y juvenil. Y sin más preámbulos, comienzo… Hoy: Walter Crane.
Walter Crane, el segundo hijo de Thomas Crane -pintor de retratos y miniaturista-, nació en Liverpool en 1845. Su familia se trasladó a Torquay, donde tuvo sus primeras impresiones artísticas recibiendo la influencia de la "Hermandad pre-Rafaelita" e interesándose por la obra de John Ruskin.
En un segundo traslado a Londres, la primera de sus obras, un conjunto de diseños con páginas coloreadas para ilustrar "The Lady of Shalott" de Tennyson, ganó la aprobación de William James Linton, un grabador para el que Walter Crane trabajó como aprendiz durante tres años (1859-1862), lo que le brindó la oportunidad de estudiar la obra de artistas contemporáneos como D. G. Rossetti, J. E. Millais, J. Tenniel y F. Sandys, y de los maestros del renacimiento Italiano, su principal influencia (mármoles de Elgin conservados en el Museo Británico), al mismo tiempo que asistía a clases de dibujo en la Escuela de Arte Heatherly. Cabe destacar que un cuadro inspirado en esos diseños se exhibió en 1862 en la Royal Academy, el único de Crane, puesto que posteriormente la entidad rechazaría sus trabajos más maduros.
En 1864 comenzó trabajando para el impresor Sr. Edmund Evans, ilustrando una serie de libros de juguete de seis peniques que contenían rimas de guardería. Esta representó la primera tentativa seria de producir libros para niños en masa bien dibujados, diseñados e impresos.
Dispuso de más libertad en The Frog Prince una serie iniciada en 1873, donde mostró una marcada influencia del arte Japonés y de una prolongada visita a Italia que siguió a su matrimonio en 1871. También destacan otras obras como The Baby's Opera, un libro de canciones de cuna (1877), la serie de libros A Romance of the Three R's, un curso regular de lecciones de arte para el cuarto de los niños, The First of May: A Fairy Masque junto con R. Wise y usando la técnica del fotograbado, Goose Girl basado en los cuentos de Grimm (1882), Flora's Feast, The Wonder Book de Nathaniel Hawthorne, Old Garden de Margaret Deland, y The Story of the Glittering Plain junto con William Morris (1894) donde los huecograbados se realizaron en el estilo del siglo XVI italiano y alemán entre otros.
Al comienzo de los años ochenta, bajo la influencia de Morris, se relaciona con el movimiento socialista y trató de llevar el arte a la vida cotidiana de todas las clases sociales diseñando desde papeles pintados o mobiliario del hogar, hasta viñetas semanales de propaganda por la causa.
Aunque las ilustraciones de Crane, auténticas vidrieras sobre el papel (evidentemente bebe de las técnicas del grabado y del espíritu neoclásico, aproximándose en cierto modo al modernismo), sean estáticas y rígidas, tienen un hermoso contraste en cuanto a colorido y composición, aspecto que llama la atención del lector, garantiza el disfrute y apoya la historia narrada, verdadera intención de Crane ya que podríamos decir que nunca pretendió contar su propia historia sino mejorar, perfeccionar y experimentar con las técnicas que trabajaba. Por todo ello se podría decir que, aunque innovador y con éxito, se limitó a desarrollar un camino creativo inmerso en la técnica ilustrativa que acompaña al texto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuándo te pones serio, qué serio te pones! ;-)
No le conocía, así que, gracias.
Saluditos, Miriam

Román Belmonte dijo...

Ja, ja, ja, ja... es para que os déis cuenta de que también sé emular a otros blogs de LIJ: meros noticieros... Así que, aprovechad para tomar apuntes... Ja, ja, ja.
¡Un beso!