viernes, 14 de marzo de 2014

Bichos casi primaverales



Despunta la flor del almendro, verdean de los campos y se escucha el zumbido de los primeros insectos, esos que nos acechan en las noches de verano y nos acribillan en las primeras hierbas de la temporada… Aunque no todos ellos son de malévolas intenciones (véanse mariposas y abejas), sí los hay groseros, caseros y desagradables. Escarabajos, saltamontes, grillos, cucarachas, moscas, termitas… ¡Termitas! ¡Espero que no devoren las vigas del techo!

La termita en un principio no era nada,
pero después fue termita.

Y como fue termita, decidió que sería una pequeña,
pero gran escultora.
Tomo sus herramientas
y subió por ramas,
troncos,
ventanas.

Y en cada sitio que se detuvo
talló:
aquí un pequeño planeta de canelo,
ahí una nube de sándalo,
ahí una jirafa de ciprés.

Y una pequeña termita,
que en un principio no era nada
pero después fue termita,
hizo pequeños universos de madera,
poblados de diminutas obras de arte
que viven quietas
y silenciosas
en ramas,
troncos,
alguna que otra ventana.

María José Ferrada.
La termita.
En: El baile diminuto.
Ilustraciones de Sole Poirot.
2011. Pontevedra: Kalandraka.


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