martes, 28 de marzo de 2017

Recitando a Miguel Hernández


Joan Castejón. 2009. Miguel Hernández. Retrato imaginario. Tríptico. Óleo y cera sobre cartón.

Yo no venero mártires, ni siglas tatuadas ni credos ni religiones. Cosa harto difícil teniendo en cuenta que, en los tiempos que corren, hay mucho interesado en confundir significado con significante. Las ideologías son, sobre todo, para quienes las trabajan. Y mientras, el resto de los mortales nos dedicamos a pagarlas, tanto en sentido literal, como figurado.
Y pasa que estoy de vueltas de todo. Y me dedico a lo literario. A honrar las palabras. A recitar en voz baja. A pensar a Miguel Hernández. Mi poeta junto a Machado.
Que ventee sus versos mi voz. Y escurran por la tierra, si no rozan el aire.

¡Miaumero! ¡Miaumero!
Una pelota roja.
Yo la quiero. Yo la quiero,
aunque me quede coja.
Yo llegaré hasta el costurero.
El costurero está muy alto.
Pero todo será cuestión
de dar valientemente un salto
aunque me lleve un coscorrón.

[…]

Miguel Hernández.
En: La gatita Mancha y el ovillo rojo.
Cuentos para mi hijo Manolito.
Ilustraciones de VV.AA.
Prólogo y edición de Víctor Fernández.
2017. Madrid: Nórdica Libros.


2 comentarios:

miriabad dijo...

Larga vida a nuestros poetas y poetisas.

Román Belmonte dijo...

¡Shhh! Miriam (te lo digo al oído...): Ten cuidado con la palabra "poetisa" que aunque ya está más que aceptada, a muchos les duele en los tímpanos. Cosas del pasado de las que se alimentan los pobres de espíritu... Tu sabes...